LA IMPORTANCIA DE HACER TU TESTAMENTO

El día que Don Maclovio murió, fue un trágico día para toda la familia, aunque algunos se lo esperaban por la enfermedad que hace años le aquejaba, para todos fue una sorpresa despertar con aquella noticia.
Estas cosas no pasan, pero en su velorio y durante las horas en que se llevó a cabo el sepelio, la esposa, hijos y hasta los nietos ya estaban hablando acerca de que iba a pasar con respecto a las propiedades que Don Maclovio había conseguido en toda su vida; Preguntaban a quien se las habría dejado, quien tenia o se sentía con mas derecho, quien había estado mas atento los últimos días, pero lo que no sabían y nadie preguntaba, es que Don Maclovio no había dejado testamento. Tres casas, un coche y dos revolvedoras de concreto, eran el caudal hereditario de Don Maclovio.
La casa donde habitaba Don Maclovio con su amada esposa, siguió habitada por ella y recibiendo las visitas de sus hijos, como de costumbre. El coche lo siguió utilizando el joven Maclovio Jr. para ir a la universidad, y atender su trabajo en un restaurante de renombre. Las dos revolvedoras siguieron en arrendamiento de palabra con un contratista, con el que ya hacia negocios desde hace años. Una de las casas donde había iniciado el legado de Don Maclovio y habían crecido la mayoría de sus hijos era ahora habitada por su hija Kimberly, y sus dos hijos Kevin e Iker.
¡Todo esta bien hasta aquí!
El problema se presentó en la ultima casa, pero no nos adelantemos, resulta que todo lo que platicaron en aquel velorio y posterior sepelio, no los hizo llegar al siguiente paso, pues todos siempre decían que no tenían dinero ni podían conseguirlo, ademas ninguno tenia el tiempo para llevar a cabo el proceso jurídico que se necesita para adjudicarse los bienes por los que Don Maclovio había trabajado.
Volvamos a la ultima casa, esta había estado en total abandono durante algunos años, tantos que había sido tomada la posesión sin consentimiento de nadie, !Si, la invadieron¡, y Don Pancho al haber entrado, creado mejoras en la propiedad, pagar los servicios y que nadie lo molestara durante mucho tiempo, se sintió con derecho a reclamar esa propiedad legalmente…
¡Don Pancho ganó!
Ganó porque para empezar Don Maclovio nunca fue a hacer su testamento y los herederos pensaron que por el solo hecho de ser sus familiares, las propiedades ya eran de ellos.

Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia.

Al final del día, no hay fecha que no se llegue, ni plazo que no se cumpla.
Lamentablemente la hora nos va a llegar a todos y debemos cuidar que aquello por lo que hemos trabajado toda la vida, quede en manos de los nuestros, no dejarlos desprotegidos. Como bien ya se ha dicho, «nada nos llevaremos cuando partamos», y esta frase tiene mucho de cierto, ni la sangre se va con nosotros, y es por esto que debemos dejar claridad de nuestra herencia.

Cuando gozamos de tener alguna propiedad o propiedades, ya sean bienes inmuebles, muebles o formamos parte de alguna organización con fines de lucro, incluso los recursos monetarios con que contamos en alguna cuenta bancaria, debemos dejar claro para quienes estarán destinados los derechos de los mismos, incluyendo las propiedades que se han adquirido por medio de un financiamiento como casas o automóviles.

Por esto, es de suma importancia elaborar un testamento, dejando los derechos sobre el caudal hereditario a las personas que amamos, ya sea por porcentajes o en unidades, pero definir cada una de las propiedades que tenemos en la actualidad, a su vez, debemos considerar las propiedades que actualmente se están pagando, como las que se adquirieron por medio de un crédito.

Para elaborar tu testamento puedes acudir a la dependencia de Registro Público de la Propiedad y Comercio de tu ciudad o con el Notario de tu confianza, no olvides llevar la documentación que acredita que tu eres el propietario de los bienes que pretendes heredar, tus generales y los de tus herederos.

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